*Raquel Bravo Osuna *Se acercan a Sheinbaum *Otra vez Loera y el agua

Las apuestas se acabaron y por fortuna para las mujeres chihuahuenses, no fue Georgina Bujanda la elegida para encabezar el Instituto Chihuahuense de las Mujeres, y por el contrario, fue la regidora Raquel Bravo la carta jugada por la gobernadora.

Si bien es cierto, Raquel Bravo Osuna nunca fue de los equipos cercanos a Maru Campos, sí le ha sido fiel a la línea panista, es decir, ha gritado cuando se ha tenido que levantar la voz y ha callado cuando el silencio es la instrucción.

Tampoco se puede dejar de lado el impulso que le ha dado su marido Jorge Soto, actual director de Desarrollo Municipal del Gobierno del Estado, quien es el único que han puesto a chambear en la secretaría de la Coordinación de Gabinete, es decir, Jorge Soto es quien le ha sacado la chamba a Pável Aguilar y a Luis Serrato.

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Hablando de los panistas etiquetados como “gaudinis”, Miguel La Torre insiste en acercarse a Claudia Sheinbaum y aunque en Juárez le han hecho el feo, el pelón La Torre no pierde la fe y busca escabullirse.

Qué lástima que panistas con futuro terminen de esa manera, arrastrándose por un hueso sólo porque en sus partidos les pidieron paciencia, o le anduvieron haciendo “el caldo gordo” a Javier Corral… aunque al cabo ya había sido dirigente blanquiazul y diputado local.

Peor aún, juntándose con otros personajes que están etiquetados como los traidores de marca, sólo les faltó tener ahí a Marco Quezada, quien también ha buscado acercamiento con Sheinbaum, no por nada siempre que se ve forzado para salir en la foto donde sale el alcalde de Juárez Cruz Pérez Cuéllar, siempre se pone en la orilla, como queriéndose deslindar de quien le da de comer.

No estaría mal que estos parias de la política local se unieran y le formaran un partido político a Javier Corral, pues ahí estaría completo el combo de los malos perdedores y traidores.

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Juan Carlos Loera no acaba de aprender su lección y sigue arremetiendo contra los productores chihuahuenses, y es que, pese a la pugna por el agua de Chihuahua, y con toda la evidencia de que Tamaulipas se la quiere llevar a la mala, el superdelegado asegura que son los agricultores chihuahuenses los que se roban el agua.

Es decir, culpa de todo a los nogaleros, quienes no son una blanca paloma, pero finalmente son productores chihuahuenses que usan el agua de Chihuahua.

Loera de la Rosa, quiere a toda costa generar un conflicto para restarle puntos al gobierno estatal, sin embargo, el escenario es diferente al que estaba con Javier Corral y seguramente ahora se van a topar con pared.

Por cierto, mejor que se ponga a atender sus pendientes de la Fiscalía General de la República por la carpeta que le abrieron por presunto corrupto.